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El valle de Elá



En aquel día los filisteos habían venido a la frontera norte de Israel, amanecieron en Efes-damin a unos 6.5 kms. de la ciudad fronteriza de Soco. Estaban rodeando gran parte del territorio norte limítrofe entre Israel y Filistea, a 40 kms cerca de Hebrón, la capital del reino en aquella época. El ejército filisteo debió haber estado compuesto por aproximadamente 100 mil hombres, lo necesario para llenar esa zona entre Soco y Azeca. Los filisteos habían traído a su paladín Goliat que media casi tres metros de altura. “En la cabeza llevaba un casco de bronce, sobre su cuerpo una coraza, también de bronce, que pesaba cincuenta y cinco kilos. Del mismo metal eran las placas que le protegían las piernas y la jabalina que llevaba al hombro. El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y su punta de hierro pesaba más de seis kilos…” (1 de Samuel 11: 5-7 Dios Habla Hoy). Ya tenían más de cuarenta días ahí. (Cf. 1 de Samuel 11: 16) (Véase el siguiente vídeo a manera de ilustración).



El ejército de Israel, casi con el mismo número de hombres, acampaban en frente de los filisteos, turbados y con gran miedo. Pero en orden de batalla. “Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos…” (1 de Samuel 11:3). Sin embargo, al momento en que ejército contra ejército se ponían en orden de batalla y se daba el grito del combate, llegó David y presenció aquella imponente escena. El ejército de Israel lleno de gran temor y un gigante en frente de ellos, justo en el valle de Elá, que gritaba y provocaba a los israelitas y a su Dios.


Árbol de Elá

El valle de Elá toma su nombre del árbol de Elá un tipo de roble que rodeaba todo el valle. (Cf. “El rey hizo que en Jerusalén la plata fuera tan común y corriente como las piedras, y el cedro tan abundante como las higueras de la llanura" [1 de Reyes 10:27 Nueva Versión Internacional]) Fue en el arroyo de Elá donde David tomó las cinco piedras para su honda con la que se enfrentó a Goliat. Al extremo oriente del valle de Elá se encuentra la ciudad de refugio llamada Adulán en la que David se ocultó de Saúl en una cueva, en ese mismo lugar reunió a cuatrocientos hombres endeudados y amargados para que fueran su ejército personal.


Adulán

El valle de Elá tuvo un gran significado para David, fue el valle en el que Dios lo exaltó. Pero, también en ese mismo lugar lo humilló en una cueva juntándolo con ladrones y gente en apuros económicos. Sin embargo, este valle es testigo de la gran victoria que Dios puso en manos de David. Ese jovencito de hermosa apariencia que se paró en frente de casi doscientos mil soldados y un gigante, gritando:

“Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.”

(1 de Samuel 17:45-47)

El valle de Elá quedó marcado como el lugar donde transcurrieron los hechos de la batalla entre David y Goliat. Este valle ubicado en la región que se denominaba Efes-damim o Pasdamim que en hebreo antiguo quiere decir, “cesación de sangre” o “frontera de sangre”. La Biblia es tan verídica como estos lugares que aún hoy existen. Pasdamim en la actualidad es la ciudad palestina llamada Damun donde se encuentra una famosa cárcel.


Este estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos; y había allí una parcela de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos (1 de Crónicas 11:13).


Ese lugar conocido como “la frontera de sangre”, el valle de Elá, me recuerda a la Cruz del Calvario. Fue en la Cruz donde Jesús le pisó la cabeza a la serpiente, donde los ríos de sangre de machos cabríos cesaron porque ahora un sacrificio perfecto se habría presentado en vez de ellos. La Cruz es el valle de Elá del creyente porque en el Calvario se han peleado las batallas más importantes para el pueblo de Dios. En la Cruz del Calvario, Cristo nos hizo más que vencedores.

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